Rosana Noemí Migueles, de 51 años, fue asesinada de dos balazos por su pareja cerca de las 13 de este lunes en su casa de Nordelta, en el partido de Tigre, Buenos Aires. Horacio Marcelo González, de 54, se suicidó de un tiro en la cabeza luego del femicidio.
Florencia, una de las hijas de ambos, fue la primera en llegar a la terrible esceha: los cuerpos quedaron tendidos en la habitación matrimonial, informaron fuentes policiales a Clarín.
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Según trascendió, la pareja tenía una relación conflictiva y eran habituales las discusiones en ella. Ambos tenían un negocio de muebles y electrodomésticos en General Pacheco y trabajaban allí, junto a otros miembros de la familia.
Se secuestró una pistola calibre 38 hallada en la habitación y tres vainas servidas. El caso fue caratulado como "homicidio agravado por el vínculo seguido de femicidio".