Marcos Ingratta de 33 años asesinó con un tiro en la boca a Yessica Coronel de 30. A la madre de la víctima, le pegó en la espalda y a su cuñada la hirió en la cara. Ambas luchan por sobrevivir en un hospital de la capital santiagueña.
La muerte de Ingrata es confusa. Creen que pudo quitarse la vida pero a la escena del crimen llegó el hermano de su ex pareja que es policíaa lertado por un vecino. Según una versión, el uniformado le habría disparado con su arma reglamentaria al femicida que quedó tirado en la cocina de la casa. Tenía tres disparos en su cuerpo. Uno en la cabeza, otro en el pecho y uno en el brazo.
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Yessica y Marcos tenían dos hijos de 4 y 8 años de edad. Estaba embarazada y se habían separado en 2016. El día del padre el hombre los visitó. Dicen que la encontró con su nueva pareja y la amenazó de muerte.