Fermín tenía un año y 10 meses cuando los médicos del hospital San Roque en Paraná, Entre Ríos, le diagnosticaron leucemia. Desde entonces no volvió a su casa e inició el tratamiento de quimioterapia. Durante ocho meses permaneció internado.
Finalmente pudo empezar con el tratamiento ambulatorio. "Empezaron los controles y nos la pasamos viajando primero cada 15 días, después una vez al mes, más tarde cada tres meses, cada seis y ahora, hacía un año que no viajábamos”, relató Soledad Robles, la mamá del pequeño a TN.com.ar.
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Un largo camino debieron recorrer como familia. Pasaron siete años de aquel diagnóstico que los sorprendió, pero que jamás les hizo bajar los brazos. El hospital se había convertido en su segundo hogar.
Pero en medio de la pandemia del coronavirus, les solicitaron que no viajaran de Ubajay, localidad donde viven, hacia Paraná. Por esta razón, realizaron los análisis en un centro de salud de su pueblo y el informe se lo enviaron por foto a los médicos.
El 19 de mayo quedará para el recuerdo. Ese día, el teléfono empezó a sonar. Eran las enfermeras que durante mucho tiempo lo cuidaron y querían hacer una videollamada para comunicarles que había vencido el cáncer y le daban el alta definitiva.
“Fue el 19 de mayo, estábamos él, su hermana y yo en casa y lo que menos sospechábamos era que nos iban a sorprender de esta manera tan linda. Nos llamaron sus enfermeras, unas de las que con tanto amor lo cuidaron. Habían hecho carteles que decían '‘Felicitaciones le ganaste al cáncer’”, recordó Soledad.
"Era nuestro sueño que se curara. Ahora, estamos esperando que los doctores se comuniquen con nosotros para ver cómo seguimos. Mientras tanto, nos dijeron que disfrutemos de este momento”, manifestó emocionada y agradeció a todos los profesionales que los acompañaron durante tanto tiempo.