Fernando Saire (26) fue víctima de una salvaje agresión el fin de semana en San Francisco. El viernes, cuando disfrutaba de la noche con amigos y celebraba el cumpleaños de uno de ellos en el boliche, él y su amigo fueron expulsados de manera violenta por patovicas.
Según declaró en diálogo con La Voz de San Justo, "uno de los chicos del grupo fue a pedir a la barra una jarra o botella de regalo por el festejo del cumpleaños y allí fue que uno de los responsables del local lo termina empujando y los patovicas lo sacan” hasta que también lo expulsan a él sin recibir alguna explicación.
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Por esta razón, se presentaron en la comisaría de la Departamental San Justo para denunciar el hecho. Sin embargo, Saire jamás imaginó que sería víctima de una salvaje golpiza. Cuando esperaban ser atendidos, otra persona “un poco alterada y empezó a golpear el vidrio queriendo hacer una denuncia al mismo boliche".
Se acercó a calmarlo para evitar que quedara detenido por disturbios y un policía comenzó a agredirlo. “Me dijo: '¿Qué te tenés que meter?, acá el que da las órdenes soy yo', me empujó y me hizo caer y mi cabeza pegó contra la puerta de la comisaría y me tironeaban”, relató el joven. En ese momento dos de sus amigas que lo acompañaron a realizar la exposición intentaron registrar la escena con sus celulares, pero a una le pegaron en la mano y le quitaron el teléfono y a la otra una cachetada y las echaron –siempre de acuerdo a su testimonio-.
Pero eso no terminó ahí. Continuaron golpeando a Saire en el patio de la unidad judicial hasta que lo llevaron a la celda, donde también lo atacaron. “Yo nunca me resistí, solo le preguntaba ¿por qué me pegás? Yo había ido a hacer una denuncia, no había hecho nada malo”, agregó. A pesar de que algunos oficiales fueron testigos de semejante violencia, jamás hicieron algo para defenderlo.
Fernando no daba más del dolor, “ya no podía estar sentado”. A las 8:45, ya siendo sábado, lo trasladaron al Hospital Iturraspe. Allí fue sometido a una cirugía de urgencia y le extirparon un testículo. "A esto no se lo deseo a nadie", dijo entre lágrimas desde el centro de salud.
Por el hecho, el Tribunal de Conducta Policial de la Provincia de Córdoba resolvió que los dos policías involucrados pasaran a situación pasiva y sin goce de sueldo. La fiscal Silvana Quaglia está a cargo de la investigación de la causa.