Paso de los Libres aún no sale de la conmoción, cuando una nena de solo nueve años salió corriendo y a los gritos de su casa para pedir ayuda a los vecinos.
La menor había escapado del infierno que se desató unos minutos antes, cuando el novio de su mamá la asesinó a puñaladas y después se cortó el cuello con el mismo cuchillo.
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Cuando la policía ingresó a la vivienda en barrio Coral se encontró con toda la mesa servida, la comida sin tocar, y el cuerpo de la víctima, Silvia Ayala, estaba sentado contra una pared, con heridas de arma blanca en el cuello y en el pecho.
Casi sobre ella se encontraba desvanecido su esposo y presunto femicida, quien intentó suicidarse después de cometer el crimen, pero aún seguía con vida.
La única persona testigo del hecho es la nena, hija de la víctima. Su hermano, de 14, no estaba, ya que justo había ido a comprar una gaseosa a un comercio de la zona, cerca de las 22 horas.
Uno de los vecinos que ayudó a la nena dijo que cuando entró a la casa, vio los cuerpos ensangrentados. “En la mano, el hombre tenía un cuchillo con el cual se estaba autolesionando”.
Sergio González, un trabajador rural de 37 años al que apodaban todos “pichón de indio”, fue trasladado al hospital local, donde quedó internado bajo custodia policial como presunto autor del femicidio.
La mujer ya estaba muerta y según trascendió sus heridas eran profundas y también tenía cortes en las manos, lo que parece que intento defenderse.
González y Ayala estaban en pareja desde hace poco más de dos años y convivían junto con los dos hijos de la mujer, producto de un matrimonio anterior.
No existían denuncias de violencia de género previas por parte de la víctima, pero un posteo compartido por ella en las redes sociales, dejó al descubierto un posible vínculo tóxico entre los dos.
“Gracias por aguantar mis locuras, mis caprichos... Vamos por muchos años más. Mi celoso. Te amo”, escribió la víctima en su publicación del 4 de julio de 2020, cuando cumplía un año de noviazgo con el agresor.