Este lunes arrancó la segunda semana del juicio contra los rugbiers que mataron a golpes a Fernando Báez Sosa hace casi tres años. En los Tribunales de Dolores, fue el turno de la declaración del forense que le practicó la autopsia al joven tras el asesinato.
Diego Duarte contó detalles sobre el estado del cuerpo de la víctima, quien "tenía una importante hemorragia dentro del cráneo". Cabe remarcar que los padres de Fernando se retiraron de la sala principal por unos minutos.
+ MIRÁ MÁS: Juicio por Báez Sosa: los rugbiers se sacaron los barbijos y mostraron sus caras
"Fernando yacía en una cama, presentaba múltiples agresiones en la parte del rostro. Pedí que se le realice una tomografía computada para ver un panorama general de lo que presentaba el cuerpo. El resultado tardó un rato en llegar. Yo lo vi y tenía una importante hemorragia por dentro del cráneo", afirmó Duarte.
Y amplió: "Por lo visto en el cuerpo, las marcas que presentaba, las lesiones externas, coinciden con los mecanismos de alta energía que provocan muerte instantánea en el paciente. En cara y cráneo presentaba la mayoría de los golpes. Son áreas centrales porque allí se alojan la mayoría de las funciones del organismo”.
Tal como se había indicado semanas después del hecho, "el tronco cerebral era lo que presentaba más daños” y la brutal golpiza en la cabeza fue la causa de la muerte de Báez Sosa. “No se puede medir la intensidad de los golpes en la autopsia. Tampoco se pueden determinar la cantidad de golpes que recibió la víctima”, aclaró el forense.
Duarte también se refirió a un tema central contra los rugbiers imputados: las zapatillas. Desde su análisis, señaló que la marca de la zapatilla en Fernando es "por un traumatismo de alta energía, contra un cuerpo que ofrece resistencia". "Está en el piso, y al aplicar compresión queda marcada", detalló.
"Tenía golpes en el tórax, producto de un golpe directo; también se observó una laceración o desgarro en el hígado", explicó el médico. Además se exhibieron imágenes muy crudas del cuerpo del adolescente asesinado. Medios que presencian el juicio aseguraron que los rugbiers evitaron mirar las fotos.
El horario de la muerte
En la audiencia de este lunes también declaró la médica que atendió a Baéz Sosa en el lugar del ataque, a la salida del boliche de Villa Gesell. Entre otras cosas, se supo que el deceso del joven fue a las 5.07, es decir solo momentos después de la feroz golpiza.
"El protocolo indica que debe intentarse reanimar, con las maniobras básicas, unos 40 minutos. Pero, en las tareas de reanimación no hubo ninguna respuesta por parte del paciente", dijo la doctora Carolina Giribaldi Larrosa.
La médica de la ambulancia subrayó que la víctima "tenía lesiones en el rostro y cuello. Tenía hematomas bastante grandes, longitudinales. Se veía una marca bastante atipica, rara, en forma de zigzag en la mejilla".
Testificó que Fernando "no tenía signos vitales" y que la ambulancia tardó unos 7 minutos en llegar a la salida de Le Brique. "Es imposible que alguien sobreviva si tiene una lesión en un centro respiratorio o cardíaco", sostuvo.