La Guardia Urbana de Bahía Blanca se encontró con un insólito episodio cuando, durante un control por alcoholemia rutinario, un joven se negó a realizarse el test y se atrincheró en su auto.
Ocurrió este viernes a las 4 en la avenida Alem y Córdoba, a pocos metros del Parque de Mayo, uno de los espacios públicos más grandes de la ciudad bonaerense. El conductor estuvo encerrado en el vehículo cerca de cinco horas.
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Cabe mencionar que tampoco tenía los papeles del auto. Tuvo que pedirle a su padre que se los acercara y recién cuando este llegó salió del interior del Fiat Siena. Las autoridades terminaron secuestrando el rodado.
En diálogo con Clarín, desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) se refirieron al hecho y aclararon que “la negativa a someterse a un control de alcoholemia se asimila a un resultado positivo”.
En esa línea, advirtieron que en general la resistencia a los pedidos de los oficiales suele implicar sanciones aún más severas.