Una joven fue a comer a una lomitería ubicada en bulevar San Juan 450, en el Centro de la ciudad de Córdoba y se llevó un gran susto, al morder un vidrio.
Por el hecho, interviene el fiscal de Distrito 1, Turno 5, Gustavo Dalma, quien imputó al cocinero y al encargado del local de comida por lesiones leves culposas.
La víctima fue al negocio y pidió un lomito y cuando empezó a masticarlo notó que contenía algo raro, pero no se dio cuenta que era un vidrio, hasta que vio los cortes en su boca.
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Gracias a la amiga que estaba con ella, no tragó el bocado, pero sufrió cortes en la lengua y en el paladar.
Al parecer, en la cocina se rompió un vidrio y un trozo habría caído en la panera o en la plancha donde se cocinaban los bifes de lomo.
La joven fue asistida por los encargados del lugar, quienes llamaron a una ambulancia y la acompañaron.