En la esquina de Avenida los Plátanos esquina Peredo todavía cuelga el cartel de "Hero Gym". Sin embargo, desde hace unas semanas en ese local funciona una verdulería. Es que, con casi tres meses de prohibición para la apertura de gimnasios por el coronavirus, se tuvieron que reinventar y cambiar de rubro para poder seguir adelante.
Cuando se decretó la medida, sus dueños buscaron una salida rápida: comenzaron alquilando las pesas y los artefactos a los clientes habituales. Pero los números siguieron dando en rojo y usaron sus últimos ahorros en poner una verdulería usando los elementos del gimnasio.
El escenario para bailar zumba se convirtió en un soporte para los módulos con la verdura, los cajones de salto se convirtieron en mostrador para la balanza y el maniquí para ropa deportiva es el "llamador" que invita a los clientes a acercarse.
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Lejos de cubrir los gastos, ya que ni siquiera logran pagar el alquiler, este cambio de rubro les sirvió para al menos poder subsistir. El gimasio está hace más de 80 días cerrado y sin movimiento y necesitan generar algún tipo de ingreso para ir cubriendo los costos.
Este miércoles, la Provincia lanzó una línea de créditos para pequeños gimnasios y centros de actividades físicas. El crédito de cada solicitante será de $ 30 mil, a devolver en 12 cuotas de $ 2.500. Sin embargo, desde el sector consideran que la cifra es muy baja y no les servirá para hacer mucho.
"Es una burla, con 30 mil pesos no abarcamos nada, no queremos un crédito, queremos trabajar", afirma Agustina Crouzas, profesora y dueña del negocio. "Esto ha sido devastador para nosotros", concluye. Video: