El 2020 iba a ser un año de cambios y grandes proyectos para la familia de Melina. Una mudanza y todas las posibilidades que esto representa. Sin embargo, en el medio del proceso sucedió la cuarentena y el aislamiento social.
Melina y su esposo quedaron en San Francisco y Tiziana en Colonia Caroya con su abuela Silvana. El 12 de marzo fue el último día que pudieron verse todos juntos.
Desde entonces, están buscando el permiso que les permita volver a reencontrarse.
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“La trajeron el primer día de clases, volvieron a la semana y después empezó la cuarentena”, relata la abuela que hoy es la responsable de expicarle a su nieta este complejo sistema que no le permite ver a su mamá.
Al comienzo, pensaron que sólo serían 15 o 30 días pero ya llevan más de 90 días sin verse.
En comunicación telefónica con Arriba Córdoba Melina cuenta que empezó a buscar y preguntar cómo podía hacer para viajar pero nadie le dio una respuesta: “Como eran más de 60 kilómetros, primero me dijeron que sí y después que no”.
Además, le preocupa el trabajo. “Lo que yo quiero saber es si hay algún permiso, cuál sería y que no tengamos problemas para ir en la ruta porque cada ciudad tiene sus protocolos”, explica Melina quien además asegura que su marido no puede hacer cuarentena al volver porque pondría en riesgo su trabajo y necesita cuidarlo.
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Después de tres meses de no ver a su hija es capaz de cualquier cosa y si hace falta se sube a una bici y recorre los 250 kilómetros que separan a una localidad de la otra.
“Necesitamos vernos”, dice Melina con la voz quebrada. Por videollamada vemos que al mismo tiempo Silvana y Tiziana se secan las lágrimas de tristeza.
El mes que viene Tiziana cumple años y solo tiene un deseo: compartir ese día con su mamá y su papá. Melina desea lo mismo. Silvana también.
+ VIDEO: La entrevista completa en Arriba Córdoba: