Fernando Pérez Algaba, apodado “Lechuga”, tenía 41 años y era un excéntrico empresario que se dedicaba a vender y alquilar autos de alta gama, entre otras actividades. También hizo negocios en el exterior y era deudor nivel cinco. El domingo lo encontraron descuartizado dentro de una valija en Ingeniero Budge pero fue identificado el martes.
Su muerte es un verdadero misterio. Pérez Algaba tenía dos domicilios en Argentina; uno en Castelar y otro en Ituzaingó. A principios de 2023 residió en Miami y había regresado al país desde España hacía poco tiempo.
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Su cuerpo fue hallado en el arroyo del Rey, en el partido de Lomas de Zamora. Chicos que estaban jugando al fútbol encontraron una valija abandonada, la abrieron y descubrieron los brazos y dos piernas.
Según el portal Diario Conurbano, las huellas de los restos humanos fueron claves para identificarlo y los tatuajes que tenía en esas partes del cuerpo confirmaron que era Lechuga.
Valija
Dentro de la maleta también había documentación de una familia. El fiscal de la causa, Marcelo Domínguez, de la UFI 5 de Lomas de Zamora, ordenó el allanamiento de la casa de esas personas, quienes reconocieron la valija. Pero declararon que había sido robada por una mujer trans cercana a ellos, que quedó demorada.
Fernando Pérez Algaba alquiló un departamento en la calle Olazábal de Ituzaingó cuando volvió al país. Esa propiedad fue allanada pero no encontraron su celular ni su billetera. Tampoco estaba su perro de raza ni elementos que eran de interés para la causa.
Por estas horas, los investigadores están analizando las cámaras de seguridad de la zona donde apareció la valija para seguir pistas sobre los autores del crimen. Presumen que se trató de un profesional por la calidad de los cortes en las extremidades.
Redes sociales
Lechuga hizo su última publicación en su cuenta de Instagram, que tiene más de 900 mil seguidores, el 15 de julio pasado. Dos días antes hizo un extraño posteo donde expresó: “Para vos que te gusta jugar a poli ladrón (culo roto), seguí alardeando que el de arriba las ve todas”.
Las publicaciones de Pérez Algaba demostraban el lujo con el que vivía y la alta calidad de vida que llevaba. Tenía fotos con Porsche, una moto BMW y hasta un Audi descapotable. Mostraba sus salidas a fiestas glamorosas y sus momentos en el gimnasio. Sus dos perros bulldog francés también eran protagonistas en el perfil de Instagram.
“Dime de qué alardeas y te diré de qué carece”, “La vida no te debe nada” y “Quien tiene magia no necesita trucos”, son algunas de las frases que publicaba.
El empresario se desempeñaba como trader y fue piloto de TC Regional. En 2022 se había viralizado un video de él agrediendo a una agente de tránsito en Mar del Plata. Momentos antes se había negado a hacerse un test de alcoholemia y, por el episodio, quedó imputado por “Resistencia a la autoridad”. Su licencia fue suspendida y ya cargaba con una gran cantidad de multas por infracciones, entre ellas, alta velocidad.
Empresa
En una nota que Lechuga le dio a un medio nacional meses atrás contó que había encontrado un gran negocio en el alquiler y venta de autos y jet skis en Estados Unidos. Había iniciado como trader en Forex y en criptomonedas en Buenos Aires.
Según contó, esa experiencia lo llevó a montar su compañía a la que llamó “Enjoy Rental Car”, la cual prestaba servicios tanto a turistas y residentes.
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“Comencé a trabajar a los 14 años. Me inicié con una bicicleta y una caja. Empecé a vender sanguches en las remiserías. Dos años después, fui repartidor de pizzas”, recordó en diálogo con A24 y siguió: “Trabajé en los comercios de la zona del barrio donde vivía, ya sea de heladero, en todo tipo de restaurantes y pizzerías. Después de ahí pasé a un taller de motos, hacía encendidos electrónicos”.
También aseguró que a sus 17 años había viajado a Bariloche a vender viajes de egresados y con el dinero que juntó compró una moto CBR 200. “En ese momento para revenderla. Hice esto un par de veces y ahí me inicié en el negocio de la compra-venta de auto”, concluyó sobre sus inicios.