La Cámara de Familia de Segunda Nominación confirmó la anulación del matrimonio entre Nilda Basualdo y Pedro Titti, que se habían casado en La Para en el año 2016. La decisión fue tomada luego de un planteo judicial realizado por la hija biológica del hombre, quien se disputa con Basualdo una millonaria herencia amasada por su padre y sus tíos.
La nulidad del matrimonio ya había sido resuelta por el juez de familia Gabriel Tavip, ahora fue confirmada en una instancia superior. El magistrado hizo lugar al pedido de la hija que argumentaba que el padre nunca había dado consentimiento para casarse. Tavip entendió que “el consentimiento no estaba debidamente formulado” y que además Titti tenía las capacidades cognitivas disminuídas.
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"Mi papá estaba enfermo cuando lo hicieron casar. Él ni sabía, no tenía ni noción de que estaba casado. Me parece justo todo lo que está pasando”, había dicho Normi Titti a El Doce cuando se hizo público su caso.
La historia
Nilda Basualdo tenía 27 años cuando se casó con Pedro, en ese entonces de 84 años. Su hermana, Liliana, se casó a los 22 años con otro de los hermanos Titti, Isidro. A su vez, hay un tercer hermano, Ciriaco, todos ya fallecidos y entre los tres acumulan una fortuna de unos tres millones de dólares, entre campos y el usufructo de los mismos.
En una entrevista exclusiva de El Doce, las hermanas, hijas de trabajadores de un tambo ubicado en proximidades a los campos de los hermanos Titti, aseguraron que fue voluntad de ellos premiarlas por todos los años que los cuidaron y por eso se casaron y deberían heredar su fortuna.
En esta compleja historia de acusaciones cruzadas, las hermanas Basualdo cuestionan la filiación de Norma Titti. Sugieren que el verdadero padre de la mujer que hoy es legítima heredera sería Ciriaco, el tercero de los hermanos. Fuentes cercanas a la defensa aseguran que el fallo está plagado de errores y que apelarán la decisión.