Nicolás Sabo, hijo del kiosquero asesinado en la tarde del pasada domingo en Ramos Mejía, Provincia de Buenos Aires, habló y recordó a su padre. El joven reveló que tenían una relación muy unida y que le cuesta mucho pensar en positivo en estos momentos tan complicados.
Los autores del brutal ataque fueron un hombre mayor y una adolescente menor de 15 años, que fueron capturados por la Policía mientras intentaban escapar del lugar en una moto. Durante la tarde de este lunes se realizó una manifestación protagonizada por vecinos de la zona.
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Dentro de la movilización se pidió con fuerza por la falta de seguridad en Ramos y en muchos otros lugares de la Provincia de Buenos Aires. Llegada la noche, la Policía comenzó a avanzar hacia la posición de la gente y hasta lanzaron gases lacrimógenos para dispersarlos.
En ese contexto, el joven Nicolás habló con los medios presentes y recordó a su padre: "Él era mi compañero, mi amigo, mi jefe, mi papá. Era mi todo. Teníamos una relación muy linda". Y luego añadió: "Cuando fui a ver a abuela después de lo que pasó me dijo que vendiera el kiosco, pero es nuestra única entrada de dinero".