Los hechos de violencia crecieron en el último tiempo en Córdoba. Actúan en patota, atacan con brutalidad sin importarle la vida del otro. Incluso hubo que lamentar muertes, como la de Agustín Ávila en Jesús María.
Daniel Valencia, hijo de la Rana, denunció que el pasado viernes fue víctima de un episodio violento a la salida de un bar en la ciudad de Córdoba. Su relato en Twitter es escalofriante. Aseguró que “no recuerda nada” y todos los detalles se los contaron sus dos amigos, con quienes se encontraba esa noche.
El joven afirmó que todo comenzó cuando estaban por cruzar la calle y un auto les pasó “bastante cerca”. Uno de sus amigos “gritó bastante agudo en tono de joda”, como asustado. Al frente había otras dos personas observándolos: “No tardaron en decir algo así como: ‘¿Qué gritás puto de mierda? Seguí gritando trolo porque te vamos a matar’”.
Según contó el hijo del histórico 10 de Talleres, él “intentó calmar los ánimos” hasta que uno de los agresores se acercó y le “metió una mano que lo dejó dormido”. Desde ese instante, ya no recuerda más nada.
“Caí con la cabeza al borde de la vereda y dos de mis amigos intentaron defenderme”, continuó relatando el hecho, reconstruido por sus amigos. Según le contaron, “se le pusieron los ojos blancos y estuvo inconsciente durante cinco minutos”.
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Mientras uno se acercó a ver cómo estaba, su otro amigo desesperado trató de buscar un taxi para trasladarlo con urgencia a un centro de salud. “Pero no se percató que uno de los delincuentes agarró un ladrillo, nos tiró el ladrillo, impactó en el pecho de mi amigo y ahí aprovecharon –cobardemente- para propinarme patadas en el piso estando inconsciente para robarme el celular”, detalló.
Daniel Valencia reconoció “estar asustado”, pero agradeció que “por suerte” no fue peor. En medio del juicio contra los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa, reflexionó: “Me apena mucho que con todo el caso de Fernando a flor de piel no logremos tomar consciencia”.
ElDoce.tv se comunicó con él para conocer cómo estaba. Aclaró que “afortunadamente” está bien, pero evitó continuar hablando porque “no estaba con ánimos de hacerlo”.