Durante el paso de la pandemia, las fiestas clandestinas se convirtieron en un clásico de cada fin de semana en Córdoba y en todo el país. Los eventos ilegales están prohibidos, ante el alto riesgo de contagios, pero se hace casi imposible poder desarticular todos los que se realizan.
En este caso, una joven tuvo que admitir que había organizado una multitudinaria reunión, pero con el objetivo de denunciar que durante el evento le habían robado. El caso ocurrió en la localidad de Morteros, al noreste de la provincia.
Dos semanas después de haber organizado la fiesta prohibida por la pandemia, Fernanda Doro salió en los medios locales para denunciar el robo. Según contó, le sacaron un anillo y una cadenita de su abuela que tenían mucho valor sentimental para ella.
“Sé que muchos de los que lo vayan a escuchar van a decir ‘bien hecho por juntarte’ porque yo sé como es la circunstancia que estamos viviendo. Por eso no quiero victimizarme, sé que si no me hubiese juntado esto no hubiese sucedido”, manifestó en diálogo con Cadena 3.
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Además, admitió: “Éramos bastantes y obviamente uno no está atento al 100 por ciento de lo que sucede. Porque no podés tener ojos en la nuca y frenando que todo el mundo haga lo que hace”.
El hecho generó repudio en los vecinos, que aprovecharon para acusar a la mujer de la localidad de realizar este tipo de eventos en reiteradas oportunidades.