Una mujer fue asesinada de al menos 10 puñaladas en una casa de la localidad bonaerense de Quilmes. El agresor, su expareja, se quitó la vida después de matarla, pero dejó dos testigos del crimen: sus hijos de 6 y 8 años.
Cuando la policía llegó al domicilio de la víctima, Lía Aguirre García, encontró a los dos nenes en estado de shock y ellos fueron los que acusaron a su papá de haber matado a su mamá.
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El video de una cámara de seguridad avaló lo que contaron los chicos y se ve como el hombre, Mauricio Beltrán Saravia, se mató después de asesinar a su exmujer.
Un vecino aviso a la policía, después de encontrar a los dos chicos en la calle con un ataque de pánico.
Cuando ingresó la policía a la vivienda, encontraron los cuerpos junto a una pistola marcha Thunder calibre .380, con un cargador junto a ella, y una cuchilla ensangrentada.
Beltrán Saravia y Aguirre García estaban separados hace aproximadamente un año y medio y compartían un régimen de visitas con los hijos de ambos.
Los forenses determinaron que Aguirre García fue apuñalada con una cuchilla al menos 10 veces y murió en el lugar. En tanto, el femicida se infligió cuatro puntazos en la zona del corazón, por lo que se desvaneció y murió frente a sus dos hijos.
La relación entre la pareja, que ya estaba separada, era conflictiva y el hombre tenía una denuncia en el Juzgado de Familia. “Existe una restricción que no se pudo notificar porque no se encontró al hombre, aunque mantenían el régimen de visita con los chicos”, detallaron fuentes de la investigación.
La causa fue caratulada como “femicidio seguido de suicidio”.