Ramón Ángel Cabrera tenía 19 años cuando murió el 28 de mayo de 1982 en la batalla de Darwin-Pradera del Ganso. Más de 36 años después, se supo dónde estaban sus restos: el cordobés nacido en San Agustín se convirtió en el soldado argentino número 106 en ser identificado en el cementerio de Darwin.
Así lo informó este viernes la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación. "Sus hermanos, Julio Alberto Cabrera y José Armando Cabrera, que habían aportado sus muestras de ADN, fueron notificados por el equipo interdisciplinario de la Secretaría en dependencias del Archivo Nacional de la Memoria, ubicado en el predio de la ex ESMA", señaló el comunicado.
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"Este Plan Humanitario será recordado por sanar heridas, saldar deudas y traer un poco de paz a tantas familias", sostuvo el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj. "Está firme el compromiso del Estado para continuar con el proceso de identificación y poder realizar otro viaje humanitario al cementerio de Darwin como el del 26 de marzo pasado", agregó.
Su muerte
Cabrera murió en combate junto a otros 46 compatriotas y 17 soldados ingleses, luego de que el subteniente Juan José Gómez Centurión ordenara frenar un avance de las tropas británicas.
"Personalmente tuve la pena de verlo caer heroicamente en el combate de Darwin el 28 de mayo, cuando a mis órdenes rechazamos un ataque enemigo de gran magnitud", expresó Gómez Centurión en una carta dirigida a los padres del cordobés.
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Su carta y su recuerdo eterno
"Cuéntenme cómo anda el pueblo, si hay algo nuevo, si alguien se acuerda de mí", escribió Ramón en la última carta enviada a su familia el 25 de mayo de 1982, tres días antes de morir. "Esto ha sido corto para que sepan que estoy bien. Rezo para que Dios los proteja y les de fuerza para seguir trabajando", cerró.
En 2001, San Agustín (70 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba) decidió homenajear a su héroe nacional para siempre: colocaron una escultura de su figura en la Plazoleta Malvinas Argentinas.