Unos treinta residentes del Hogar Centro de Día y Rehabilitación Bet-el ubicado en la calle Ferrarini al 200, fueron encontrados en un estado de “abandono total”. Algunos de los residentes, considerados “díscolos o desobedientes” habrían sido sometidos a regímenes carcelarios siendo encerrados en una pequeña habitación.
Los vecinos y un religioso denunciaron las irregularidades dentro de la residencia. Contaron que era usual escuchar gritos, llantos y lamentos por las noches. Muchos de los abuelos, cuando los rescataron tenían “miedo” de hablar “por temor a represalias”, dijo una fuente judicial.
El estado del edificio era deplorable. Había una sala con una silla de madera y una soga gruesa que colgaba del techo habrían sido usadas para amedrentar a los "indisciplinados". Los sanitarios estaban colapsados y había falta de higiene.
Luego de un allanamiento, la justicia dispuso imputar a Aldo Dante Friml y a su hijo Pablo Ariel Friml por el supuesto delito de privación ilegítima de la libertad.
La hija de una paciente contó que sacó a su mamá de la residencia de La Falda por el deterioro físico y los signos de violencia. ¿Qué le hacían?