La Clínica Sucre, el Laboratorio Villabel, el Gobierno de Córdoba y un grupo de profesionales de la salud deberán pagar más de 7 millones de pesos, más intereses, a una mujer y a su hija. Ambas fueron contagiadas de HIV por una transfusión de sangre realizada durante una cesárea. Así lo dispuso la Justicia de Córdoba.
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El hecho ocurrió en abril de 2002, cuando la mujer se internó en la Clínica Sucre para dar a luz y se le practicó una cesárea. La pequeña nació en buen estado de salud. Meses después, el médico obstetra ordenó que a la mujer se le efectuara una transfusión de 500 centímetros cúbicos de glóbulos rojos sedimentados, debido a la pérdida de sangre sufrida durante el parto.
La sangre transfundida contaba con el certificado "apto", emitido por el Laboratorio Villabel, ya que se había obtenido resultado "negativo" en el estudio de HIV. Sin embargo, desde el Servicio de Hemoterapia de la Clínica Sucre (donde se realizó la extracción) se constataron una serie de irregularidades durante el examen clínico y el control de anamnesis del donante.
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El resto de sangre (el plasma) fue derivado al Laboratorio de Hemoderivados de la UNC. Allí realizaron otro examen y se reveló la presencia del virus. Ordenaron un nuevo análisis para la paciente y en los estudios se detectó VIH tanto en el organismo de la madre como en el de niña, quien fuera infectada a través de la lactancia materna desde el momento del nacimiento.
El tribunal consideró que el Estado provincial incurrió en una omisión antijurídica, porque suprimió el test antígeno P24 en el control serológico pre-transfusional de VIH.