El 26 de julio se cumplieron tres años del caso de Sol Arbach, la cordobesa que murió en el quirófano durante una corrección de sus prótesis mamarias. A raíz de esto, Telenoche presentó un informe acerca de las explantaciones de senos de silicona. De la mano de Julieta Pelayo, los testimonios que explican esta tendencia en alza entre las mujeres.
Según estadísticas recientes, las consultas para extraerse implantes mamarios han aumentado. Cada año, este fenómeno crece un 3 por ciento. Algunas motivaciones que explican las explantaciones pueden ser estéticas, por querer volver al cuerpo natural o por salud. ¿Cuál es la tendencia, entonces? Amigarse con el cuerpo de una.
De acuerdo a las palabras de la psicóloga María Bruno, "el movimiento feminista ha traído una mayor conciencia de aceptar nuestros cuerpos". La profesional sugirió que el pensamiento que lleva a las mujeres a sacarse los implantes se resume en: "Un modelo de belleza no me representa más y, desde ese lugar, soy bella y suificiente, tal y en mi estado natural".
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No obstante, según datos de 2020, Argentina figura en el séptimo lugar en el top ten de países con más cirugías estéticas del mundo.
Palabra de mujer
Tres mujeres cordobesas relataron sus experiencias y todos los pormenores que atravesaron después de someterse a sus respectivas operaciones.
Angie Monasterio recordó que se puso implantes a los 18 con fines estéticos. "Sentía mucha presión social, me sentía plana, me comparaba. Sentía 35 síntomas, que iban desde patologías digestivas a infecciones crónicas", manifestó.
Entre su pesar físico, dio con unos videos de otras mujeres que contaban los mismos síntomas que ella debido a los implantes. Después, agregó: "Al mes ya me estaba sacando los implantes y esos síntomas habían cedido en un 80 por ciento". Y sentenció: "No queremos esparcir miedo ni pánico, sino que las mujeres sepan cuáles son los riesgos verdaderos que tienen los implantes".
En la misma sintonía, la periodista Mimí Spicher contó su propia historia. "Decidí quitármelas con el mismo cirujano que me las colocó. Tengo las cicatrices pero soy muy feliz", expresó, aunque también elevó un reclamo para los profesionales de la estética. "Que nos digan la posta, que nos cuenten todo, los riesgos. Después cada una decide. Tengo amigas que son muy felices con sus implantes", enfatizó.
También dejó una reflexión sobre la importancia de valorarse a una misma: "Es sentirnos más naturales, más amigas con nuestro cuerpo y sin estar pensando en la expectativa que tiene el otro de cómo nos vemos".
El último testimonio llegó de la mano de Jennifer Nasso, otra mujer que apeló a la explantación mamaria. Recordó que quería ponerse siliconas desde los 10 años. "Era un complejo de que todo tenía que ser según los parámetros de la tele, que te van inculcando eso", reveló.
En consonancia con las palabras de Angie, coincidió en la cantidad de síntomas cuando tenía los implantes: "Yo tenía palpitaciones, fatiga crónica, ataques de ansiedad, mi cara brotada todo el día". Luego de sacárselos, no tuvo más ataques de ansiedad, ni fatiga ni calambres.
+ VIDEO: El informe de Telenoche sobre las explantaciones mamarias en mujeres cordobesas:
La visión profesional
Con respecto a esta tendencia de alza en las explantaciones, el sector profesional también dejó sus valoraciones. El doctor Eduardo Scozzari, mastólogo de profesión, explicó la importancia de "acompañar a la paciente tanto en el viaje de ida como en el de vuelta".
Además, contó que hay muchas pacientes que pueden necesitar la explantación "por estética o por un contexto oncológico para reconstruir sus mamas". "Tenemos que ser muy responsables con esa información para hacerlo con tranquilidad. Si se quieren sacar los implantes también las vamos a acompañar", aseguró.
Por su parte, el doctor Antonio Viana, especialista en cirugía plástica, remarcó la posibilidad de que aparezcan problemas derivados de la operación de implantes de senos de silicona. "Nosotros advertimos a los pacientes para que hagan todos su controles y exámenes anuales", precisó.
Además, hizo hincapié en la obligación moral, ética y legal de los profesionales médicos a la hora de hablar sobre las complicaciones que puede traer someterse a una cirugía estética de agrandamiento del busto.
