Un nuevo narcoescándalo asoma en la provincia de Córdoba. Jéssica Peña, jefa de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) en Villa María, fue detenida acusada de integrar una banda que producía y vendía drogas.
Como si fuese poco también cayó su pareja y padre de su hijo. Se trata de Luciano Andrada, también policía de la FPA y sindicado como el principal cabecilla de la organización.
Un laboratorio y venta a gran escala
Según detalles de la investigación a los que accedió La Voz, estaría casi probado que Peña utilizaba su jerarquía para permitir que la banda narco que dirigía su pareja pueda seguir operando. De hecho, en un departamento que está a nombre de Andrada se encontró un laboratorio que producía la droga para luego venderla.
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Efectivos policiales llegaron a esa vivienda tras denuncias anónimas de vecinos que vieron cómo dos hombres cargaban plantas de marihuana en un auto. Cuando ingresaron, las autoridades se toparon con estupefacientes y varias pruebas.
Andrada y Peña, los detenidos son pareja y tienen un hijo en común. / Foto: Facebook
A partir de allí comenzó una investigación dirigida por el fiscal Walter Gesino de la fiscalía de Lucha contra el Narcotráfico de Villa María que derivó rápidamente en la detención de Andrada. Tras sumar algunas averiguaciones, también cayó Jéssica Peña.
Detalles del escándalo
Peña fue detenida a mediados de mayo, algunos días después que su pareja. Andrada había sido separado de su cargo a principios del mes pasado cuando investigaban si el supuesto inquilino de su departamento era el líder de una banda narco.
De hecho, en aquel momento El Doce informó sobre el caso, pero desde el Ministerio Público Fiscal pidieron aclarar que aún no estaba probada la participación del policía.
La detención de Andrada.
Sin embargo, pocos días después los investigadores pudieron comprobar que ambos eran socios de una organización que producía y vendía estupefacientes a gran escala.
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“Por su rango, tenía acceso a todas las comunicaciones que ingresaban por denuncias de tráfico de drogas y contaba con información sobre el avance de casos”, detalló La Voz sobre Jéssica Peña.
Por lo tanto, la Justicia cree que la ex jefa de la FPA garantizaba el funcionamiento de la banda narcotraficante y que hay pruebas suficientes para incriminarla.
Droga desviada
El laboratorio funcionaba en un departamento de calle Tucumán al 800 y hay fuertes sospechas de que estaban vinculados a bandas narcos de ciudades de mayor tamaño que Villa María.
También se investiga si Jéssica Peña ponía a disposición de su pareja y de su otro socio la droga que secuestraba en operativos que ella lideraba.