Débora Pérez Volpin murió en la tarde del 6 de febrero de 2018 cuando fue a realizarse una endoscopía en el Sanatorio de la Trinidad. Un año y seis meses más tarde, después de siete audiencias y el testimonio de los 58 testigos , se conoció la sentencia en el juicio por esta terrible tragedia que enlutó a los medios de comunicación y a la legislatura porteña.
El endoscopista Diego Bialolenkier fue condenado a tres años de prisión condicional por homicidio culposo. También quedó inhabilitado por siete años y seis meses para ejercer la profesión. Mientras que la anestesista Nélida Inés Puente fue absuelta.
El veredicto causó sorpresa entre la fiscal María Luz Castagni y la querella, ya que ambas partes habían solicitado penas mucho más duras. El próximo viernes 9 de agosto se conocerán los fundamentos del motivo de la decisión del tribunal y, a partir de ahí, las partes podrán apelar. Además, podría iniciarse un posible juicio por encubrimiento a la clínica.
Diego Pirota, abogado de la familia de Pérez Volpin, aseguró que pedirán que se revise la absolución de Puente, "porque creen que también tiene responsabilidad penal". Sin embargo, insistió en que la familia consideró que "fue una sentencia justa" y aclaró que "no están busando venganza". Por lo que no apelarán por la cantidad de años que le dieron al endoscopista ni que se le prive la libertad. "Bialolenkier nunca nos dijo qué es lo que hizo, sigue sin pedir perdón por lo que hizo y sin reconocerlo", concluyó.
La autopsia confirmó que la periodista y legisladora sufrió "una perforación a cinco centímetros del hueso hioides". Por eso, "el aire del endoscopio provocó un enfisema subcutáneo" y el aire también "llegó al tórax y la cavidad peritonea". Además, el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema calificó la muerte como "violenta".