Los acusados por el crimen de Emiliano Messa zafaron de la prisión perpetua y el padre del niño expresó su rechazo al fallo de la Cámara del Crimen de Villa María.
José Messa manifestó en diálogo con El Doce que quedó "disconforme con todo". "Lo que queríamos era la prisión perpetua para los dos", declaró tras escuchar la sentencia contra Ana Yael Piedra, la madre del nene asesinado, y su pareja, Jonathan Fernández.
Los abogados querellantes, Gonzalo Ferreras y Carla de Falco, señalaron "discrepancias con la calificación" de la resolución y esperan apelar. Para ello aguardarán conocer los fundamentos el próximo 18 de agosto.
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No obstante destacaron que hubo una declaración de culpabilidad y que el tribunal integrado con jurados populares confirmó que Emiliano fue asesinado y no murió por un accidente como planteó Fernández en su última palabra.
"Me quedo con esa sensación de que la Justicia ha sido muy liviana", remarcó De Falco al ser consultada sobre el veredicto.
Ana Piedra recibió una pena a 10 años de prisión por lesiones gravísimas calificadas. A Fernández lo condenaron a 23 años de cárcel por lesiones gravísimas calificadas y homicidio simple.
Para Jorge Bustos, abogado defensor de Piedra, la sentencia "se ajusta bastante bien a derecho", aunque consideró que "excesiva la pena" que le dieron a su defendida.
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La acusación hacia la madre
La abogada de Messa consideró que las pruebas eran contundentes para que la madre también sea responsabilidad por el asesinato. "Había una conexión entre la muerte de Emiliano y todas las lesiones que le venían provocando", aseveró.
"Siempre pongo el ejemplo que si yo habilito a que al nene le peguen, yo pego, la otra persona pega, pegamos un día cada uno y pegamos los dos, un día me voy a trabajar y lo dejo con quien sé que le pega, obviamente que estoy habilitándole el camino para decir bueno 'pegale que si lo matás lo matás vos'", evaluó la abogada.
A partir de los testimonios de los forenses, De Falco remarcó que Emiliano había padecido "lesiones irrecuperables" en sus dos años de vida. "Muchos golpes que no dejaban secuelas a simple vista", advirtió al adjudicar responsabilidad contra la madre.
Al cuestionar la decisión del tribunal, reflexiónó: "Era un niño de 2 años que no se podía defender y no tenía los medios para defenderse. Necesita descansar en paz, pero esperábamos otro resultado".