Pasaron cuatro días de la tragedia que enlutó a la localidad de Río Segundo. Nicolás Muela, de tan solo 15 años, encontró la muerte en un campo de la zona donde celebraba el cumpleaños de un amigo.
Junto a tres amigos, se subieron a dos cuatriciclos de alta cilindrada, y por causas a establecer, chocaron entre sí. El adolescente llegó al hospital sin signos vitales. Otro de los chicos fue derivado de urgencia a la Clínica Vélez Sarsfield.
El dolor de los vecinos es irreparable. La familia de Nicolás aún no sale de la conmoción. La mamá de la víctima lo despidió con una desgarradora carta a través de las redes sociales. Allí expresó, con profundas palabras, lo que significa perder un hijo.
"Tan grande es el dolor de una madre, un padre, unos hermanos, que no te deja respirar, ni dormir, ni pensar, sólo tu mente quiere que vuelva, que se haga el milagro, que aparezca, simplemente que esté acá... y éso nunca, pero nunca más va a pasar", escribió.
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La mujer también se dirigió a los dueños del campo, a quienes responsabilizó por el fatal accidente asegurando que "devolvieron un cuerpo sin vida" porque no hubo adultos cuidando a los chicos. "Si en ese campo maldito hubiera habido responsabilidad de gente adulta, hoy MI HIJITO QUERIDO ESTARÍA CONMIGO", sentenció.
+ La carta completa:
“Nicolás "Culini"
Sólo hoy voy a tratar de escribir lo que estoy sintiendo.
En primer lugar "gracias", estoy orgullosa de lo querido que es mi hijito bello...
De ahora en más ya no va a cumplir años.
No va a pasar de año en la escuela ni va a egresar.
Ya no va a venir de vacaciones con la familia.
Ya no va a ir ni a los 15, ni a fiestas ni a boliches.
Ya no va a haber navidades ni años nuevos.
Ya no me va a hacer suegra, ni abuela.
Ya todo se terminó un lunes 2 de diciembre en un campo donde celebraban el cumpleaños de un amigo, donde andaban en cuatriciclos y yo no lo sabía ni tampoco lo permitía, donde yo mandé a mi hijito querido y me devolvieron un cuerpo sin vida.
Tan grande es el dolor de una madre, un padre, unos hermanos, que no te deja respirar, ni dormir, ni pensar, sólo tu mente quiere que vuelva, que se haga el milagro, que aparezca, simplemente que esté acá... y eso nunca, pero nunca más va a pasar.
Si en ese campo maldito hubiera habido responsabilidad de gente adulta, hoy MI HIJITO QUERIDO ESTARÍA CONMIGO”.