El lunes 6 de noviembre del 2017, un hecho delictivo conmocionó a Córdoba. Ladrones ingresaron a las 11 de la mañana a la carnicería "Nacho" de Villa El Libertador y balearon en la pierna a su propietario, César Abras, y en el abdomen a Franco Zanabria, un joven de 19 años que trabajaba allí.
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Franco estuvo internado varias semanas y dejó el Hospital de Urgencias 18 días después. Su historia de vida conmovió a todos. Hijo de padres separados, terminó la secundaria de noche para trabajar y juntar dinero para ayudar a su mamá y pagarle la fiesta de 15 a su hermana menor.
Al conocerse el caso, muchas personas se solidarizaron con Franco, quien recibió donaciones y un terreno de la Provincia para poder dejar la humilde casa donde vive. En pocos días, le armarán una casa prefabricada regalada. Sin embargo, no todas son buenas para él.
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El hombre al que defendió de los delincuentes desconoce haber sido su patrón y se niega a abonarle el dinero que la familia del joven le solicita. "Queremos que le pague los dos años que lo tuvo en negro trabajando", señaló Vanesa, en diálogo con la periodista Fabiana Dal Prá. Además, Franco lo acusó de quedarse con un dinero que le habían donado desde el Mercado de Abasto. Mirá el video con sus testimonios.
En la carta documento que recibió la familia, Abras niega ser el dueño de la carnicería "Nacho" y que Franco haya trabajado bajo sus órdenes. Según el comerciante, no le corresponde abonarle ninguna suma de dinero. El texto fue en respuesta a otra carta documento que Franco le envió reclamándole una indemnización.
En diálogo con Noticiero Doce, el joven explicó que Abras "puso el negocio a nombre de otro para la Afip" y dijo sentirse decepcionado con su actitud. "Me arrepiento, lo hubiera dejado que se la arregle con los delincuentes", exclamó.
Al ser consultado por El Doce, Abras aceptó que Franco trabajaba en el lugar, pero aclaró que él no era su empleador ni el propietario de la carnicería. "Yo fui dueño pero hace dos años que el local está alquilado", expresó.
Igualmente, las explicaciones de Abras no coinciden con sus palabras luego del violento asalto. "Este negocio es familiar", dijo el día después durante un móvil con Arriba Córdoba, donde mostraba su oficina dentro de la carnicería.
"Estoy preocupado por Franco, que salió a defenderme y se ligó una bala", dijo al salir del hospital, la noche anterior.