A un mes del asesinato del rugbier en San Rafael, Mendoza, en la mañana de este martes se realizó la audiencia de prisión preventiva de Julieta Silva, quien atropelló y mató a Genaro Fortunato a la salida de un boliche, donde le negaron la prisión domiciliaria y continuará en la cárcel.
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El juez de Garantías, Pablo Peñasco, resolvió que la exnovia actuó con alevosía cuando le pasó por encima con su auto. Además, decidió procesarla por homicidio doblemente agravado por el vínculo y le trabó un embargo por 300 mil pesos sobre sus bienes.
Silva se mostró compungida y le pidió disculpas a los padres de Fortunato. Se defendió diciendo que “no lo vio tirado en la calle”. También confesó que extraña mucho a sus hijos y que “siente profundo dolor por no poder estar con ellos todos los días”.
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Durante la audiencia, la fiscal Andrea Rossi realizó una fuerte acusación: “Lo mató con frialdad y sin culpa”. También aseguró que “se percató que Fortunato estaba en el piso y de todas formas lo atropelló”.
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Esta semana se conocieron los resultados del peritaje psicológico. Los psiquiatras determinaron que la imputada es una persona “egocéntrica, sin sentimientos de culpa, antisocial e histriónica”.