Hoy arranco diciendo que es buena noticia conseguir comer buenos pescados y mariscos en una ciudad que está a mil kilómetros del mar.
Para mí, El Celta de Alta Córdoba es una garantía en ese sentido y esta vez su chef, Claudio Cuello, me sorprendió no sólo con el punto de cocción sino en algunos toques de salseados y condimentos.
Disfruté de una entrada de mariscos fritos, pero lo que me encantó fue el tríptico de pescados que llegó en el principal.
Dominaba el plato un besugo a la vasca. El pescado entero hecho al horno con esa tradicional salsa elaborada con aceite de oliva, ajo, pimento, ají molida y un toque de vinagre.
A un costado, chernia, un pescado poco conocido por estos lados pero muy codiciado en la gastronomía, que estaba cubierta de una crema con toques de champagne.
Y al otro, lo que más me gustó: brótola con tapenade. Los filetes de brótola son bien delicados y van a la plancha nada más de 3, 4 minutos como máximo. El pescado requiere de un punto de cocción, crudo es poco agradable y sobrecocido es cartón.
El tapenade es una pasta hecha a partir de procesar o aplastar o morterear aceitunas negras, alcaparras y anchoas. Ni les cuento cómo le va al pescado.
Buen provecho y buen fin de semana.