Como decía Rodrigo, “ando sin documento porque llevo el acento”. La tonada cordobesa es una de las más fáciles de identificar, en comparación con las de otras provincias de Argentina. Pero, al parecer, damos con ella una imagen poco culta y pueblerina al resto del país.
Sin embargo, nos ven como graciosos, divertidos y poco egoístas. Es la conclusión a la que se llegó en la investigación “La percepción del habla de Córdoba” publicada por la Revista del Instituto de Lingüística de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Este dialecto fue descripto por un gran número de encuestados como “gracioso” y relacionado con personas “pueblerinas”. Mientras que los rasgos menos elegidos fueron “culto” y “serio”. Lo contrario sucede con los hablantes de Buenos Aires: “egoísta” y “seria” fueron los adjetivos más asociados.
Los que opinaron sobre las voces cordobesas fueron todos argentinos de diferentes regiones del país, quienes tuvieron que escoger entre una lista de 12 adjetivos para describir al hablante.