Roque Pizarro tiene 44 años y cumplió condenas por robo calificado. Su historia de vida fue dura y estuvo inundada de delitos pero desde hace 10 años trabaja en una gráfica y pudo reinsertarse en la sociedad.
En una semana revolucionada por un nuevo arresto del Porteño Luzi, Roque dialogó con El Show del Lagarto desde la gráfica y aseguró: “Este es mi primer trabajo honesto”. “Antes anduve por todo lo malo, por todas las cárceles, comisarías e institutos”, recordó.
Según dijo, la primera vez que cayó tenía 14 años. “Fue por portación de arma y después pasé por instituciones de menores”, relató y siguió: “A los 19 fui condenando a cinco años por robo calificado en un comercio y salí en 2002”.
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En 2003 volvió a ser detenido. Su primera hija nació a sus 17 años y aprendió a caminar en la cárcel de Encausados, mientras que su segunda niña nació en 2003. “Mis hijas y yo no nos conocíamos porque había estado siempre preso. Mi vieja me ayudó a criarlas con su mamá”, contó.
Reincidente
Pizarro intentó trabajar después de cumplir su condena en 2002 pero aseguró que no tuvo suerte. “El antecedente siempre te rebota, te tira para atrás”, remarcó y contó una anécdota que lo marcó para siempre.
“Entre 2002 y 2003 entré a trabajar en una obra a cargar material de noche y sabían de mi historia. Pero uno se aprovechó de mis antecedentes, me hizo comer un garrón y me echaron a mí”, relató. Según contó, después se comprobó que él no había robado pero ya era tarde: Roque había vuelto “a la misma”.
Otra oportunidad
En 2013 Roque cumplió su última condena y salió decidido a cambiar su vida. “Ahí tuve la suerte de encontrarme a este loco que me dio una mano y acá estamos”, expresó respecto a su patrón.
“Ahora estoy bien”, dijo y continuó: “Si bien perdí a la mamá de mis hijas hace 10 años y fue difícil, la contención acá fue muy buena”. “A mis hijas las contuvieron mucho en una iglesia y hace tres años volví a formar pareja y tengo una hija de 1 año y 9 meses. Puedo decir que estoy viviendo bien”, sostuvo.
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Pizarro aseguró que conoce otra forma de trabajar pero ya no quiere que sea parte de su vida. Ahora solo quiere volver a su casa todos los días y disfrutar de su familia. “No lo cambio por nada”, señaló.
Cárcel e inserción
Roque Pizarro sabe que no todos tienen la oportunidad que tuvo él: “Todos reinciden mucho, pero hay muchos que sí queremos cambiar y sí pudimos”. “Hay que querer pero tiene que haber factores que ayudan a eso”, remarcó.
“Conozco gente que no se les dio la oportunidad porque no confían y es lógico. Uno no tiene que enojarse con la persona que no confía, tiene que entender que la mochila que uno trae cuesta dejarla atrás”, reflexionó y advirtió que “siempre” aparece alguien que está dispuesto a dar una oportunidad.
También apuntó contra el sistema carcelario y a las dificultades que provoca en las personas que salen de prisión. “No funciona, lo que te dan para que vos te reinsertes en la sociedad es muy básico y prácticamente no llega a básico”, criticó y agregó: “Salís con pocas herramientas a la calle. Hay personas que no tienen la posibilidad que yo tuve y es difícil pero hay muchos como yo que sí lo han logrado”.
“Entiendo a la gente porque para cambiar uno tiene que darse cuenta del daño que hace. Cada uno lo puede asimilar o no”, sostuvo sobre una de las formas para dejar de delinquir.
Por último, contó que su “patrón y amigo” confió en él y le enseñó un oficio. “Acá corto tela, armo estructuras, hago logos, coloco carteles, todo”, señaló y aseguró que eso le permite “llegar al final del día y descansar en paz”.