Peluquerías y centros de estética pueden transformarse en un foco de contagio de enfermedades similares a las que pueden contraerse en un hospital, aunque la mayoría de las personas no las considera un lugar de riesgo.
Desde el ministerio de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires alertan ante esta situación. La mira está puesta en las tijeras, navajas, alicates y cortacutículas, instrumentos que se usan a diario y que se transfieren de cliente a cliente, de cabeza a cabeza, de mano en mano, pudiendo transmitir enfermedades o generar infecciones.
“Cuando una persona se va a sacar sangre quiere estar seguro que se trata de material descartable o cuando va al odontólogo pretende saber que lo están atendiendo con elementos nuevos. Lo mismo debería suceder en las peluquerías”, explicó el viceministro de Salud, Néstor Pérez Baliño.
“Como sociedad, culturalmente exigimos cuando vamos a un hospital que se esterilicen los elementos que utilizan los médicos, pero a los peluqueros no y tienen el mismo riesgo de contagio”, sostuvo el funcionario.
El tema ya está generado una gran polémica .Hace más de tres años el reconocido estilista Fabio Cuggini y el entonces legislador porteño Cristian Ritondo (PRO) presentaron un proyecto de ley para regularizar la profesión dentro de la Ciudad de Buenos Aires, pero la iniciativa quedó en la nada.
Ahora, este peluquero de los famosos sumó a otros colegas y quiere reactivar la idea y formar un Colegio Único de Peluqueros. La intención es que allí los profesionales reciban una formación específica sobre el tratamiento de enfermedades sanguíneas, el manejo de los desechos y la manipulación de productos tóxicos.
Los peluqueros también deberán estudiar algunas materias teóricas y realizar prácticas en academias autorizadas. “Deberán informarse sobre HIV, hepatitis B, y otras enfermedades, ya que se usan elementos cortantes y tendrán credenciales”, dice Cuggini. Y también apunta a los empleadores, planteando que hay obligaciones en los locales que deben ser respetadas: “Son muchos los accidentes de trabajo que pueden evitarse con prevención y prestaciones reparadoras”.