En medio del debate por la liberación de presos frente al avance de la pandemia de coronavirus, la Justicia argentina dictaminó el beneficio de la prisión domiciliaria a los genocidas Lucio Nast y Carlos Capdevilla, quienes cumplen condenas por delitos de lesa humanidad cometidos en la última dictadura militar en nuestro país.
En un fallo dividido, la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal ordenó el arresto domiciliario a Nast, de 66 años. En los fundamentos, los jueces Guillermo Yacobucci y Carlos Mahiques consideraron que la edad del represor y su estado de salud ponían en peligro su integridad física.
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Nast fue condenado a 22 años de prisión -en un fallo confirmado por Casación- por crímenes de lesa humanidad cometidos en perjuicio de 43 víctimas durante la última dictadura militar en el centro clandestino de detención que funcionó en el Servicio de Informaciones (SI) de la ex Jefatura de Policía de Rosario; el más grande de la provincia de Santa Fe, publicó Infobae.
El mismo beneficio de prisión domiciliaria recibió Carlos Capdevilla, médico que ofició de partero en el centro clandestino de detención que funcionó durante la dictadura en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Fue el juez Daniel Obligado quien dictaminó la orden a favor del genocida, al considerar que estaba expuesto al contagio de coronavirus por tratarse de una persona de casi 70 años y que tiene varios problemas de salud en su historial médico.
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Capdevila cuenta con al menos tres condenas por violación a los derechos humanos, todos ellos en el centro clandestino de detención que funcionó en la ESMA. De esta forma, Capdevila recibió en 2011 una condena a 20 años de prisión sumadas a otra de 15 años también por delitos de lesa humanidad y otra última de 10 años de prisión que ya había agotado.