Un hombre identificado como J.A.C alias “Chingui” fue detenido el pasado domingo luego de que se viralizan varios audios de WhatsApp en los que admitía haber violado a su hija de seis años en su casa de El Jagüel. Este jueves, el juez de garantías Javier Maffucci Moore de Esteban Echeverría ordenó su liberación por falta de pruebas, aunque tiene prohibido acercarse a la víctima.
El magistrado entendió que, a pesar de que la mamá de la nena reconoció la voz del acusado, fue insuficiente como prueba para mantenerlo detenido: “Los mensajes de WhatsApp pueden servir de prueba pero para ello es necesario e indispensable la práctica de todas aquellas tareas periciales que permitan asegurar el verdadero origen de esa comunicación, la identidad de los interlocutores y la integridad de su contenido".
A su vez, Maffucci Moore precisó que la niña fue sometida a cámara Gesell y no reveló ningún elemento que indique un posible abuso sexual. "En los allanamientos, en el informe médico y en las entrevistas con la menor no se ha hecho ninguna referencia explicita a los hechos que aquí se investigan”, agregó.
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Tras la viralización del hecho, el juez lanzó: “La investigación de un presunto delito penal exige antes que nada serenidad y seriedad y no dejarse llevar por los apuros propios del prime time de la caja boba, o la ansiedad del periodismo malsano por conseguir algún titular escandaloso”.
La historia de la viralización de los mensajes de voz
Una joven compartió a través de Instagram, los audios de WhatsApp en los que el hombre de 30 años confesaba la violación. En los mensajes se escucha que relata, supuestamente, haber engañado a su hija con “un chupetín” para forzarla a que le practique sexo oral.
Ante la difusión de los audios y las fotos del hombre, se volvieron tendencia las palabras "desahogo sexual" y "lo quiero muerto". Además, se conoció que vecinos intentaron prender fuego la vivienda del padre de la nena.
Según Infobae, la expareja del sospechoso y mamá de la nena dio reconoció la voz y confesó que "nunca sospechó de algún tipo de abuso hacia su hija". Además, aseguró que la última vez que lo había contactado fue hace dos meses en la localidad bonaerense de San Fernando.
Por otro lado, la joven que publicó los mensajes de voz, finalmente borró la publicación y detalló que estaba siendo amenazada.