Bianca y Luciana Fernández tienen un año y tres meses, nacieron siamesas y estaban unidas por la pelvis. En una noticia esperada por familiares, amigos y médicos, su mamá confirmó que durante la operación de alto riesgo lograron separarlas.
Desde que nacieron las nenas reciben el apoyo y el cariño de muchísima gente. "Ya entraron al quirófano mis amores. La verdad que verlas así me partió el alma. Pero acá vamos a estar con ustedes esperándolas. Sé que Dios está cuidando de ustedes", había escrito la mamá, Paula Fernández, en la Fan Page que creó para reunir ayuda para sus hijas. Las siamesas viven con sus papás en una humilde casa de Moreno y la solidaridad de la gente fue clave para que ellos pudieran afrontar el ciudado de sus pequeñas.
Cuando les dieron el alta tras el parto, la familia debió acondicionar la casa para evitar riesgos de infecciones. Recibieron mucho apoyo de los vecinos: les llevaron pañales, bolsas de colostomía, fécula, polvo cicatrizante, sábanas, ropa, pero sobre todo muchos mensajes de aliento. “Es esperanzador ver que alguien que ni siquiera nos conoce se conmovió con la historia de las bebés. Todo esto es muy movilizante", dijo tiempo atrás Mariela, la tía de las nenas.
Si bien la operación estaba programada para octubre del año pasado, los tiempos se fueron dilatando porque se intentó reducir todo tipo de riesgos. El fin de semana unas 100 personas se acercaron a donar sangre para las nenas que finalmente entraron al quirófano este lunes. Tras 12 horas, afrontan el crítico post-operatorio y se aferran a la vida.