Joel tenía dos años y falleció en 2014 por un tumor. Su papá, junto a una pequeña productora de videojuegos, buscó inmortalizarlo en el juego de aventura llamado "That Dragon, cáncer"( Ese dragón, cáncer).
El juego no se parece a ningún otro. Es un viaje digital y casi “lúdico” por el diagnóstico, tratamiento y, finalmente, la muerte de su hijo Joel a la edad de cinco años. El pequeño murió de una forma agresiva y rara de tumor cerebral.
Es una forma de honrar su memoria, y también marca el final de un proyecto que se convirtió en una manera de canalizar el dolor de la pareja, cuentan los papás.
“Una noche no pude calmar el llanto de Joel, que vomitaba y tenía diarrea. Ahí pensé que esto era como en un videojuego, cuando uno toca los mecanismos de control (joystick) y no funcionan”, relata Ryan Green sobre por qué se le ocurrió este proyecto en 2012.
En el juego los participantes están en esa habitación con el padre y hacen click en las paredes y los muebles en busca de alguna manera de aliviar el sufrimiento del nene y terminar con su llanto. No hay solución y en el videojuego se lo escucha a Green llorando y rezando una plegaria por su hijo.
Puede sonar algo perverso y hasta podría no entenderse la parte lúdica de That Dragon, cáncer. La guionista de videojuegos Jenn Frank explica el “truco” y el objetivo del juego: “Todos nos encontraremos con estas cosas. Si aún no nos ocurrió con algún familiar. Quizás esto dé miedo, pero el juego es sobre mantener la esperanza y el disfrute de la vida hasta el último momento”.
Por su parte, el teórico de videojuegos, Raph Koster, asegura que “es una increíble obra de arte porque ayuda a Green (y al resto de las personas) a luchar”. That Dragon, Cancer estará disponible desde esta semana -pago mediante- en PC (en la plataforma de juegos Steam), en Mac y en la consola Ouya.