Maruja Chacón Pérez (de 52 años) y su hija Shirley Cielo Barrientos (de 15) fueron encontradas enterradas en el patio de una propiedad de la localidad bonaerense de Punta Lara, en el partido de Ensenada.
Las mujeres, de nacionalidad peruana, estaban desaparecidas desde el 28 de enero pasado. La búsqueda se inició tras la denuncia de sus familiares en Perú, quienes no tenían noticias de ellas ni por teléfono ni por las redes sociales, la manera habitual en que se comunicaban a su país.
Testigos declararon en la comisaría que la última vez que las vieron se dirigían a Punta Lara a visitar a un hombre que sería la última pareja de la Pérez.

Los investigadores lograron dar con la vivienda e ingresaron con una orden judicial. Una vez adentro, encontraron un arma blanca con manchas de sangre y un rectángulo con tierra removida en el patio.
El grupo Casos Especiales de Policía Científica y los bomberos comenzaron a excavar hasta dar con el macabro hallazgo. Los cadáveres estaban desnudos y envueltos en bolsas y frazadas. Junto a ellos encontraron otra bolsa con prendas de vestir y zapatillas.

Susana González, secretaria de Seguridad del municipio, explicó que "los cuerpos fueron hallados enterrados cerca de la parrilla de la casa, a casi un metro de profundidad, en un pozo de unos dos metros de largo por uno de ancho. Primero estaba el de la chica y debajo el de su madre".
El principal sospechoso del doble crimen es un hombre de 40 años que vivía en la casa (se la alquilaba a un compañero). "Me mandé una cagada", habría dicho al renunciar a su trabajo, hace pocos días.
