El sexto día del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa ya dejó mucha tela para cortar. Entre otras cosas, los rugbiers se sacaron los barbijos y mostraron sus caras a casi tres años del asesinato en Villa Gesell.
Además de la postal que dejó el momento, se destacó la declaración del forense que le practicó la autopsia al cuerpo del adolescente tras la fatal golpiza. Tanto él como la médica que atendió a Fernando en el lugar del hecho pusieron el foco en las graves lesiones que tenía la víctima en la cabeza.
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Pero la mamá del adolescente asesinado también conmovió a los periodistas presentes en los Tribunales de Dolores. Con la voz entrecortada, reveló la triste historia de la remera que viene utilizando en cada una de las audiencias.
Graciela Sosa se mostró de la misma manera desde el inicio del juicio. Completamente de oscuro, muchos expresaron su inquietud por una blusa negra de manga tres cuartos con transparencias.
La mujer jamás usó otra remera o campera. Sin vueltas y en medio de la tristeza, contó: "Es la remera que me puse para aquel Año Nuevo. Es la última fiesta que pasamos con Fernando".
"Es una forma de llevarlo con nosotros todos los días", agregó, conmoviendo a todos. La blusa negra también tiene puesto un pin especialmente diseñado con el rostro del joven asesinado. Además, Graciela siempre porta un rosario y dos cruces.
La prenda negra pasó de ser una de las elegidas por la madre de Fernando para las Fiestas y ahora se convirtió en un símbolo de su lucha por justicia en medio del dolor por el juicio.