“Ese día volvía de trabajar, me bajé del colectivo y empecé a caminar en paralelo. Cuando crucé la calle, dobló en contramano una cuadra antes de lo que indicaba el recorrido y me atropelló”.
Ocurrió en 2006, cuando María Noel Vélez tenía apenas 22 años. La joven fue arrastrada 50 metros por un ómnibus de la Tamse y quedó encajada en el eje. Por las graves heridas que sufrió tuvieron que amputarle una pierna.
Con una entereza envidiable, y su hijita en brazos, María Noel pasó por Mi Otro Yo (viernes 21 hs. por Canal C) para demostrar que se puede salir adelante.
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Emocionada, relató cómo hizo para volver a creer en la vida. “Sólo quería dormir. No tenía ganas de nada. Pero un día, alguien me dio una estampita que decía ‘El Señor secará todas tus lágrimas', y tiempo después empecé a comprender eso”, contó.
+ VIDEO: La primera parte de la charla con María Noel:
Cuando sus heridas internas y externas empezaron a curar, le encontró un sentido a ese accidente que le cambió la vida para siempre.
“Sentí que lo que me pasó era un instrumento de transformación, para mí y para otros. Conocí a gente en igual situación y me di cuenta que había sentimientos similares, y que podíamos compartir experiencias” explicó la mujer y aseguró que así nació Huellas de Vida, una agrupación que ayuda a víctimas de siniestros graves.
Mirando a María Noel, uno puede convencerse de que nada es imposible, si ella, con tantas barreras, pudo saltarlas todas. Cumplió sueños que sentía alocados o imposibles, como subir a una montaña con su pierna ortopédica.
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Sus ojos se llenan de lágrimas al recordar a su madre fallecida hace siete años. Aún enferma, su mamá la acompañaba a hacer todas las campañas de las pintadas de estrellas. Mientras habla, María Noel agarra muy fuerte la manito de su hija, su “Princesa Catalina”, que le permitió cumplir el sueño máximo de ser madre.
+ VIDEO: María Noel Vélez, mano a mano en Mi Otro Yo:
Pasaron 13 años desde el accidente. Y parece todo mentira lo que voy a escribir a partir de aquí:
-El colectivero que la atropelló nunca quiso verla y hasta dijo que ella se había querido quitar la vida.
-La Tamse (empresa responsable del colectivo) solo le aportó 30 dadores de sangre.
-El Estado no le proporcionó asesoría legal para defenderse.
-Además de lo mencionado, mensualmente le embargan el sueldo por una suma de 80 mil pesos, que nadie sabe explicarle en concepto de qué.
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El único agradecimiento que hizo María Noel fue para Luis Juez -intendente de la ciudad de Córdoba en el momento del accidente- “porque gracias a ese trabajo pude estudiar y darle de comer a mi hija”, aseguró emocionada.
María Noel es una víctima revictimizada.
María Noel no se da por vencida.
María Noel no pierde la sonrisa.
María Noel es ejemplo.