La provincia de Mendoza no sale de la conmoción por la muerte de Naiara Ortiz, la beba de un año y nueve meses. Su mamá la llevó al hospital Saporiti por una supuesta deshidratación. Sin embargo, por la gravedad de las heridas que presentaba, los médicos la trasladaron de urgencia al hospital Perrupato de San Martín. Era demasiado tarde.
Las sospechas no tardaron en llegar a su entorno familiar. El resultado de la autopsia fue realmente dramático: sufrió traumatismo de cráneo, fractura en tres costillas y lesiones en el hígado y en los riñones. La beba había muerto por los golpes que le ocasionaron el sábado. Dos días más tarde, confirmaron su deceso.
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Ante esta situación, detuvieron a su mamá y al padrastro cuando salían del cementerio tras despedir los restos de la pequeña. María Isabel Ortiz (27) y Miguel Ávila (35) quedaron imputados de homicidio agravado por el vínculo y por alevosía. Ambos podrían ser condenados a prisión perpetua.