Adoptar es un desafío. Nadie dice que es fácil, pero tampoco imposible. Derribar prejuicios e incentivar a que adopten a “niños grandes” es el objetivo de los juzgados en Argentina. Carolina se animó a ese reto y hace cinco años se convirtió en mamá de Bautista.
Su historia conmueve, pero también enseña. En El Show del Lagarto contó que tenía 44 años cuando decidió anotarse en el Registro Único de Adopción en la lista de niños de entre 0 y 5 años. Al año siguiente fue a rectificar y le propusieron que se anotara en la lista de niños con discapacidad. Ella aceptó sin vueltas.
Después de dos años y medio la llamaron para las entrevistas con una asistente social y una psicóloga. Ahí le contaron que estaba Bautista, un niño de 9 años con retraso mental leve, esperando por una familia.
Pese a que Carolina había puesto como límite máximo de edad niños de 7 años, dijo que “sí”. Los tribunales de Villa María la contactaron y fue a conocer a Bautista. Desde ese día, nunca más se separaron.
“Cuando me vio, se acercó corriendo a abrazarme y me dijo: ‘Me voy con vos a Córdoba, me voy a vivir con vos’”, reveló la mujer. Y remarcó que fue Bautista quien “decidió”.
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“Adoptar a niños más grandes implica que hay una parte del proceso que está hecho porque es una decisión de los chicos, donde se los escucha, se les presta atención, se les pregunta cómo están y cómo se sienten. El derecho a la identidad no es solo un derecho en papel, es algo que va por dentro”, reflexionó.
Carolina es mamá soltera y con Bautista, que ya tiene 14 años, son un gran equipo. Antes de adoptarlo recibió todo tipo de opiniones de sus allegados, pero ella hizo caso omiso a las negativas: “Son aventuras que uno emprende en la vida y la mía era esta, y la aventura de Bauti era encontrar una mamá”.
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La mujer también hizo hincapié en la importancia de conocer los propios límites de los adultos que desean adoptar y saber decir que 'no' a aquello a lo no están convencidos o no se sienten capaces de enfrentar “porque hay una vida que es la de una criatura que necesita contención”.
A cinco años de convertirse en mamá, Carolina dio algunas recomendaciones sobre la adopción: “Algo muy importante es decir ‘no’; que sepan que no nos tienen que agradecer por haberlos adoptado; no pedirles que sean diferentes al resto y decirles que se merecen todo, pero se lo tienen que ganar”.