La muerte de Milagros Silva, que estaba embarazada y tenía apenas 21 años, conmueve a la Argentina. La joven fue atropellada por dos motochoros en la noche del domingo en la ciudad de Castelar, Buenos Aires.
La víctima había salido con su novio a comprar una gaseosa y queso rallado para cenar junto a su madre, que en ese momento se encontraba cocinando los fideos. La despensa estaba a solo 1 kilómetro de su casa, pero en ese trayecto Milagros quedó en medio de una persecución policial que no pudo advertir.
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La moto en que viajaba la joven junto a su pareja fue embestida por ladrones que huían tras un intento de robo y eran perseguidos por la Policía Bonaerense. El impacto fue brutal y, además de Milagros, también murió uno de los delincuentes.
La joven estaba embarazada de tres meses. “Salió 10 minutos a comprar una gaseosa y no volvió más, yo necesito justicia”, pidió desesperada su mamá.
Persecución fatal
Todo comenzó cuando un vecino denunció un intento de robo por parte de motochoros que estaban armados. Eran tres motocicletas, cada una con dos delincuentes a bordo.
El Comando de Patrullas de Ituzaingó logró perseguir a una de las motos ya que las otras dos huyeron en direcciones opuestas. Ahí comenzó una persecución a toda velocidad que terminó en Castelar.
La Yamaha 250 cc. conducida por los ladrones impactó en la esquina de Isabel de Pardo y Domingo Palmero contra la moto Zanella 110 cc. en la que se trasladaba Milagros junto a su novio Leandro (23).
La joven salió despedida, golpeó su cabeza contra el asfalto y murió en el acto.
Infobae informó que en el lugar la policía detuvo a Martín Andrés Parada (19) y a Leonardo Ariel Díaz (24). Estaban armados y tenían municiones.
Parada tenía antecedentes penales por robo y encubrimiento y cuando fue detenido se identificó con un nombre falso. En la mañana de este lunes se encontraba internado grave en un hospital de Morón con fractura de cráneo.
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Díaz, en cambio, fue trasladado a la comisaría y allí se desvaneció y perdió el conocimiento. Un patrullero lo llevó de urgencia a un centro de salud, pero el motochoro murió en el camino y los médicos informaron que se debió a los golpes sufridos durante el accidente.
“Nos dijeron que el patrullero chocó a los delincuentes y eso hizo que ellos embistieran a mi hija”, contó Alejandra, mamá de Milagros, a TN. Además la mujer denunció que el móvil policial no llevaba la sirena prendida y que por ello su yerno y su hija no se dieron cuenta de que se aproximaba una persecución.