El dolor de un padre cordobés que no puede ver a su hijo de tres años, no se repara con nada, ni siquiera con las sanciones que la Justicia le aplicó a su expareja. Desde que se separaron, el régimen de visitas nunca se cumplió y pasa más tiempo con su hijo en tribunales y sometiéndose a pericias que en una plaza.
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A pesar de que se pudo demostrar en reiteradas oportunidades que la mamá le niega el contacto con el pequeño y le aplicaran las astreintes, multas actualizables por cada incumplimiento, todo sigue igual. El fallo no alcanza, los días pasan, el niño crece y los momentos no llegan a concretarse.
“Acá estamos, esperando”, aseguró muy dolido en diálogo con Telenoche. Se siente desprotegido y atento a que ocurra un verdadero milagro. Después de que el juez fallara en contra su ex, se imaginó que iba a cumplir. Sin embargo, solo fue un simple deseo.
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La espera desespera. Nunca durmió una noche con su hijo, ni pudo festejar su cumpleaños, ni el día del padre, Navidad o Año Nuevo. “Es muy desgastante”, expresó con un suspiro eterno.