Los bomberos, la policía y los médicos trabajaron intensamente y contrarreloj para salvarle la vida pero fue inútil. El estado en el que encontraron a un niño de un año y dos meses que se había caído a un tacho de 20 litros, era desesperante.
Lo intentaron durante varios minutos pero finalmente, el pequeño murió. El hecho ocurrió en una casa de la avenida Roque Arias al 3700, en barrio Ampliación Matienzo.
Según los primeros testimonios de los padres, en un descuido de la mamá, el pequeño se acercó a jugar en un tacho de 20 litros de agua y se cayó. Creen que ya habían pasado varios minutos cuando lograron rescatarlo y llamar a emergencias.
Accidentes domésticos