El chico de 13 años había sufrido muerte cerebral luego de dispararse con una escopeta de su padre, y falleció pasada la medianoche en el Hospital Privado, donde se encontraba internado.
El hecho ocurrió el miércoles por la tarde en su casa del country del Jockey. Uno de los dos hermanos que se encontraban en la vivienda, de 20 años, fue testigo del tiro. Según asegura, el adolescente se disparó accidentalmente cuando manipulaba el arma.
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Los padres del menor se encontraban de viaje en Buenos Aires y regresaron de inmediato al conocer la noticia. El fiscal Rubén Caro, a cargo de la investigación, confirmó la muerte e indicó a ElDoce.tv que la familia de la víctima decidió donar sus órganos.
Mientras tanto, se investigan las circunstancias en las que se produjo el hecho: se realizaron peritajes en la casa y se secuestró la escopeta, entre otros objetos. "Esperamos conclusiones de informes y pericias y analizaremos lo secuestrado para dictaminar qué ocurrió", señaló Caro.