Juan Carlos Birocco fue un emblema para los mozos de Villa Carlos Paz . Se había jubilado pero siguió atendiendo en el bar de la Galería Acuario. “No puedo estar sin trabajar”, le decía a sus amigos y compañeros de tarea.
A los 75 años, la vida del “Señor Café” se apagó para siempre. Dejó la tristeza, los recuerdos y un vacío grande en la Villa. Su muerte provocó conmoción porque que cayó en su puesto de trabajo al que estaba tan apegado.
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Sus compañeros del bar vivieron momentos de verdadera conmoción. Intentaron hacer de todo, llamaron a la ambulancia, llegaron los médicos, lucharon para reanimarlo durante varios minutos pero fue inútil. Lo despidieron en medio de un cuadro de conmoción y lágrimas. "Murió en su ley", comentaron.