"No modificamos, diagnosticamos" es la principal aclaración que le hizo a ElDoce el doctor José Pérez Alzaa, director del Instituto Fecundart, primera institución en el interior del país en adquirir la tecnología para realizar el Diagnóstico Genético de Preimplantación (PGS por sus siglas en inglés).
El método consiste en realizar un análisis genético a los embriones y así poder seleccionar a los mejores para implantar en el vientre. "Con un equipo láser se hace un orificio en la membrana del embrión, se extraen una células y se lo analiza" para comprobar el número de cromosomas, explicó el médico.
De esta manera, llaman "embrión sano" al que tiene los 46 cromosomas. Si alguno tiene anomalías, lo "criopreservan" y lo guardan, evitando el nacimiento de un niño con síndrome de Down, posibles abortos o embarazos múltiples. Así lo explica el especialista:
"El estudio permite elegir el embrión con mayor probabilidades de implatarse, reduciendo el numero de tratamientos a la paciente", remarcó el doctor. El costo ronda los 2.500 dólares.
El primer bebé cordobés, sometido a este sistema, nacerá en los próximos meses, ya que los embriones fueron implantados en el mes de agosto del año pasado. Su madre es una mujer de 40 años. "De seis embriones que se han logrado, se implantaron tres y logramos en todos los casos un embarazo en curso”, explicó Pérez Alzaa.
El caso reabre la polémica respecto al inicio de la vida. El artículo 19 del Código Civil, modificado en el año 2014, sostiene que "la existencia de la persona humana comienza con la concepción". Por eso, se considera que los embriones que son creados a partir de fecundaciones in vitro no puedan ser descartados, ni donados.