Curuzú Cuatiá, en Corrientes, fue el escenario de una verdadera tragedia. Noah Salvador Segundo falleció repentinamente a los cinco años.
El nene estaba de vacaciones con su madre, María Laura. Habían viajado desde La Plata a visitar a familiares y llegaron el viernes. Los problemas empezaron ese mismo día, cuando se descompuso y empezó a tener diarrea y vómitos.
El sábado los síntomas persistieron. La mujer decidió ponerlo a dieta y darle reposo, sin consultar a ningún especialista. Esa noche el menor se acostó temprano y no se despertó más según el releato de la madre.
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Tras corroborar que su hijo no contestaba y estaba frío María Laura llamó a la Policía y a una ambulancia. Las autoridades constataron el deceso.
Por ahora se presume que Noah falleció producto de una deshidratación. Sin embargo, el fiscal a cargo de la causa ordenó el traslado del cuerpo a la morgue local para realizar la autopsia.
El desgarrador relato de su padre y una campaña solidaria
Ramón Alberto, padre de la víctima, contó a El Día cómo se enteró de la muerte de su hijo. “El domingo a las 8 recibí una llamada telefónica desde Curuzú Cuatiá, era el tío de mis hijos diciéndome que mi hijo Salvador había fallecido”, narró.
Horas más tarde lo llamó su expareja. “Me contó que el día sábado le agarró diarrea y vómitos, me dijo que le dio de comer liviano y se acostó a dormir”, indicó. Y agregó: “En la mañana del domingo pensaba que seguía durmiendo, pero ya estaba frío y llamó a la ambulancia pero ya era tarde, ya había fallecido".
Los parientes y amigos de la familia iniciaron una campaña solidaria para recaudar fondos. El dinero será usado para llevar el cuerpo de Noah a La Plata y poder despedirlo.