En un país con más del 40 por ciento de su población en la pobreza y donde más de la mitad de las infancias sufren carencias económicas, sanitarias y educativas, ver un niño pidiendo en la calle no es sorpresa: es parte de los problemas estructurales y más urgentes de la Argentina.
En ese contexto, se conoció la historia de Mauricio Casado, un comerciante mendocino que se sorprendió con el pedido de un niño: “Nosotros estamos en el centro de San Rafael y a diario pasa mucha gente pidiendo, vendiendo números, vendiendo tortita, pidiendo colaboración, plata pero cuando viene un niño solo que lo único que pide es útiles para ir al colegio, uno no se puede negar”.
A Mauricio le sorprendió la educación con la que pidió ayuda, que estuviera solo y que su único objetivo era ir a la escuela. Junto a su mujer le armaron una bolsita con todo necesario para un niño que asiste a sexto grado y se lo entregaron.
La historia fue compartida a través de las redes sociales por otro cliente que estaba presente y quiso contar lo que había visto. Mauricio nunca se imaginó la repercusión que su gesto iba a tener.
“Eran los primeros días de frío en la zona, el día estaba muy tranquilo y apareció este nene, muy respetuoso (…) y lo único que me pidió es si tenía unos útiles para darle porque no tenía plata para comprarlos para ir al colegio”, así resume Mauricio lo que pasó y porqué reaccionaron de esa manera.
Ahora, tanto Mauricio como su mujer quieren saber qué pasó con ese niño porque mucha gente se comunicó para ayudarlos, colaborar o preguntar qué le hace falta.
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“Espero que no venga nadie porque no necesite venir”, dice Mauricio ante la posibilidad de que muchas otras personas puedan pedirle ayuda a partir de la difusión de esta historia. Un concepto que acompaña la idea de que cada uno debería poder comprar sus propios útiles con el resultado de su trabajo.
+ VIDEO: Mirá la entrevista completa al comerciante mendocino: