“Fue un homicidio. A mi hijo no me lo cuidaron. Tiene que haber responsables. Yo quiero justicia. Yo lo tendría que tener conmigo, no enterrado en un cementerio".
Las duras palabras pertenencen a José Crino, el padre de Julián, el adolescente de 17 años que murió, el viernes pasado, al sufrir una descarga eléctrica durante un retiro espiritual en el convento Don Bosco, ubicado en Unquillo.
Ese día, desde la Policía informaron que el joven se había separado del grupo, algo que fue negado rotundamente por los chicos. El padre relató que los compañeros explicaron que todos iban caminando cuando Julian tropezó y tocó el cable. Otro alumno intentó ayudarlo pero también recibió un golpe eléctrico. Los propios amigos le realizaron trabajos de reanimación pero no sobrevivió.
El hombre responsabiliza a las autoridades de la escuela Nuestra Señora de Fátima de barrio Matienzo. En diálogo con Arriba Córdoba, contó que sólo lo convocaron para darle la trágica noticia y que se ocuparon del velorio, pero que nadie le brindó una explicación ni se hizo cargo de lo sucedido.
Compartimos el conmovedor testimonio del padre:
Un equipo de Noticiero Doce recorrió hoy el lugar donde murió Julián. Un vecino nos explicó cual fue el recorrido que hicieron los estudiantes de la escuela de Córdoba en las inmediaciones del convento de Don Bosco.
El hombre manifestó el peligro existente a orillas del río. "Yo no traería gente por estos lugares porque puede ocurrir un accidente en cualquier momento", señaló.