"Las malas al parecer eran las Superman rosas, porque yo tomé verde y otros amigos tomaron la naranja". La frase pertenece a un joven que asistió a la trágica Time Warp, donde murieron cinco jóvenes, el viernes pasado en Costa Salguero.
Por motivos lógicos no quiere identificarse pero reconoce que en todas las fiestas electrónicas venden estas drogas. "¿Chicos, quieren pastis?" y "¿Chicos, tienen pastis para vender?" son las dos preguntas recurrentes, que funcionan como un especie de código de la movida electrónica, según le contó al diario Clarín.
El joven aclara que nadie te obliga a consumir y que con un "no, gracias" alcanza. Sin embargo, remarca que el problema es la calidad de las drogas de diseño que se venden en las fiestas. "Adentro podés llegar a comprar cualquier cosa. Como les pasó a estos chicos", señala y aclara que él "jamás" compra adentro, aunque esta vez sí lo hizo porque conocía a la chica que ofrecía.
Superman no tiene exclusividad en estos eventos. También había comprimidos con otros nombres de fantasía. Las Dove (con el logo de la marca del jabón), las Bob Esponja (con la sonrisa del personaje de dibujos animados), las Corazón (con esa forma) y las Lamborghini (con el logo del auto).
¿Cómo es el ritual del consumo de drogas de diseño en las fiestas electrónicas? En realidad comienza días antes al encontrarse con un proveedor de confianza dispuesto a vender pastillas para todo el grupo. Ese día hay que comer temprano para no sentirse pesado al bailar. "El 70% de los que fueron a la Time Warp tomaron pastillas. Es muy probable", reconoce el joven, quien confirma que costaban entre 150 y 200 pesos.
¿Cómo entran las pastillas? ¿No hay controles? "Los dealers se meten las pastillas en las bolas y las mujeres en las partes íntimas. Son muy chiquitas, pueden meter de a 100", es la respuesta. Otros asistentes a Costa Salguero reconocieron que los guardias palpaban a cuatro y dejaban pasar a 500.
"La culpa fue del hijo de puta que las vendió adentro. Eso sumado al calor y a lo difícil que era conseguir agua, fue un combo mortal", explica el joven, quién se animó a hablar. A otros los amenazaron para que no abran la boca sobre lo que pasó esa noche.