Atacan sin piedad. Los delincuentes actúan como verdaderas jaurías urbanas. No les importa si hay o no testigos alrededor. Buscan celulares, mochilas, dinero, un reloj. Se conforman con poco, pero le hacen mucho daño a sus víctimas y se han ganado el apodo de “pirañas.”
El caso de Jonathan Zuk, uno de las tantas personas atacadas en la zona de Nueva Córdoba, es un testimonio grave de lo que está ocurriendo. Lo mostró Telenoche y reflejó una realidad que aumentó de manera alarmante.
Sin embargo el flagelo no es solo de esta parte de la ciudad. Los robos piraña ocurren por todos lados.
La Policía realizó operativos y atrapó a algunos de estos “pirañas”. Sin embargo, en las fuerzas de seguridad reconocen que los malvivientes actúan rápidamente y que son patotas callejeras difíciles de detener. Los cierto es que la gente se siente muy desprotegida y reclaman un plan de acción para contenerlos.
Esta vez Jonathan se salvó, porque tenían cerca un hospital donde entró con su rostro ensangrentado y su nariz partida. Su testimonio es preocupante. ¿Cuántos Jonathan más tendrá que haber para que la Policía se decida a actuar con firmeza?
Mirá el tremendo testimonio de este joven.